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Legalización de zapeos y ganchillos

Gigante Abogados, vuestro despacho de abogados en Jaén y Vigo en derecho de caza, y que presta servicios en toda España, quiere tratar sobre el fascinante mundo de la caza.

Si bien en anterior post, que puedes consultar pinchando aquí, tratábamos sobre sanciones habituales de caza en Andalucía, en el presente artículo de hoy facilitamos una carta remitida por el técnico de caza Juan José Muñoz Rodríguez a la D.G. de Medio Natural, Biodiversidad y Espacios Protegidos, con el fin de legalizar los denominados zapeos en cuadrilla o ganchillos de caza mayor.

La idea es que esta carta se envíe por la mayoría de la masa social cazadora de Andalucía, con el fin de que se pueda luchar por su legalización, por lo que os aportamos el texto completo, con el fin de que la podáis reenviar con vuestros datos y ayudar en ese fin:

 

A la D.G. de Medio Natural, Biodiversidad y Espacios Protegidos – Sección de Caza

Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Junta de Andalucía

Avda. Manuel Siurot, 50
41071 SEVILLA (Sevilla)

Asunto: Solicitud de análisis de propuesta de regularización de modalidad de caza mayor tradicional.

…………………………………………. con D.N.I: ……………., representante cinegético autorizado del coto …………………………………../ cazador con NIR……………………………… y domicilio a estos efectos en ………………………….

Expone:

 

Que ante la problemática de la regularización de las modalidades tradicionales de caza mayor, conforme a los usos y costumbres de Andalucía y las peculiaridades de cada zona, y con condiciones ecológicas adecuadas, tal y como establece el artículo 81 apartado 2, del Decreto 126/2017 Reglamento de Ordenación de Caza (BOJA nº 149 de 04/08/2017), en relación a la caza mayor en mano con rifle en Cazorla-Segura y otras modalidades tradicionales existentes.

SOLICITA:

Se analice la propuesta adjunta por parte de las Autoridades Competentes en materia de caza, en relación a la regularización de la modalidad tradicional de caza denominada “zapeo en cuadrilla o ganchillo”.

En todo caso se solicita se someta a consultas e informe la presente propuesta, por parte del Instituto Andaluz de la Caza y por parte del Consejo Andaluz de Biodiversidad.

Y para que así conste, lo firma

 

En …………….. a ………..de ……………. de 2021

 

Fdo: ………………………………………………

 

DESCRIPCIÓN DE LA PROPUESTA:

Se solicita se analice la propuesta de legalización de la modalidad de caza mayor tradicional “zapeo en cuadrilla” o “ganchillo”. Dicha modalidad consiste en que un reducido número de cazadores con escopeta y perros, cazan una pequeña mancha al modo tradicional, dónde una parte de los cazadores cazan en mano y los  restantes cazadores se ubican en puestos fijos en lugares estratégicos o adoptado posiciones de tiro ventajosas. Se propone un máximo de diez cazadores y quince perros en total para esta modalidad, por acotado y jornada.

Está modalidad se encuadrada en los usos y costumbres tradicionales de la caza en nuestras serranías; y estaría indicada en cotos en cuyas características ecológicas o socioeconómicas desaconsejen la participación de rehalas y/o perros de agarre, propias de monterías, ganchos y batidas. Estos condicionantes se dan en cotos serranos con presencia de ganado permanente, escasa densidad de piezas, presencia animales terrestres de especies silvestres amenazadas, etc.

Al realizarse con escopeta, sin rehalas (menos de 16 perros) y con un reducido número de participantes NO puede considerarse una cacería colectiva con armas  rayadas (Montería o gancho comercial).

Se propone que esta modalidad sea alternativa e incompatible a la realización de monterías y ganchos en el mismo acotado, con la finalidad evitar la sobre-caza que podría generar el superponer ambas modalidades. En el Plan Técnico se debería optar por una de estas dos modalidades: o bien elegir montería-gancho o bien por “zapeo en cuadrilla o ganchillos”.

Se propone que para esta modalidad pueda autorizarse una jornada de caza por cada 100 ha. de acotado. También se sugiere que una vez autorizada dicha modalidad en el Plan Técnico correspondiente, bastaría solamente la comunicación previa a la Administración de la fecha y mancha a cazar. Por tanto, no sería necesario el cumplimiento del resto de requisitos aplicables grandes cacerías colectivas organizadas con armas rayadas (rifles) como monterías, ganchos y batidas, ya que al tratarse de una cacería tradicional de tan pequeñas dimensiones y con previsibles escasos resultados, bastaría con los seguir condicionantes establecidos para las restantes modalidades con reducidos participantes, tales como aguardos, rehechos y en mano. Consecuentemente con esta propuesta, la carne de caza de esta modalidad solo podría dedicarse a autoconsumo; en ausencia de requisitos aplicables a la carne destinada a comercialización.

JUSTIFICACIÓN:

En fincas de caza mayor con monte mediterráneo denso y presencia de ganado permanente todo el año o con presencia de epizootias silvestre-ganado como tuberculosis; las modalidades de caza individual como recechos o aguardos resultan poco o nada efectivas; dado que las reses silvestres permanecen ocultas en las manchas de monte.

Por otra parte, las modalidades más efectivas con participación de rehalas como monterías, ganchos y batidas son inviables, porque con frecuencia causan daños a la ganadería, por la presencia de ganado escondido en el monte, como por ejemplo hembras paridas. Además la necesaria recogida del ganado previa a la montería-gancho, provoca la salida de las reses silvestres (“vaciado de la mancha”), lo cual disminuye mucho la efectividad de la cacería.

Por otra parte, muchos acotados tienen ganado permanente y un aprovechamiento cinegético de tipo familiar o por un reducido grupo de amigos-socios. Hay que tener en cuenta que la organización de una montería-gancho con participación de rehalas, veterinario, junta de carnes, seguro de responsabilidad civil, recogida y estabulado del ganado varios días, etc. puede suponer un elevado gasto, inasumible para un reducido grupo de personas o para cotos sociales reducidos. Máxime cuando este tipo de fincas suelen tener densidades bajas-medias de ungulados, con escasos resultados de las cacerías. Todo esto hace inviable desde el punto de vista socio-económico y técnico el aprovechamiento mediante monterías o ganchos.

La otra modalidad de jabalí en mano, al no ser aplicable al ciervo ni al resto de ungulados, y además al no contar con puestos fijos que eviten la huida anticipada de los ungulados silvestres, también es inadecuado para este tipo de cotos.

Esta caza ha existido desde siempre. Esta modalidad tradicional ha sido especialmente abundante en la segunda mitad del siglo XX, antes de que empezaran a proliferar y aumentar la densidad de las especies de caza mayor, cuando casi todas las fincas tenían ganado durante el periodo hábil y la densidad de caza mayor era escasa en la mayoría de las fincas. Entonces apenas había monterías comerciales y se cazaba de esta manera: Una cuadrilla de amigos o familiares con sus escopetas y unos cuantos perros cazaban una mancha, con cuidado de no dañar al ganado; casi siempre con escasos resultados de piezas de caza mayor cobradas.

Todavía en las serranías de Andalucía existen muchos acotados con estas características. Cotos con ganado permanente y baja densidad de caza mayor, cotos de caza menor donde la caza mayor empieza a aumentar, etc. En muchos de ellos en realidad todavía se usa esta modalidad tradicional en “zapeo en cuadrillas o ganchillos”; si bien se justifica administrativamente desde modalidades como jabalí en mano, recechos o aguardos. Un ejemplo lo tenemos en las reivindicaciones de caza en mano con rifle como por ejemplo ocurre en Cazorla, Segura y las Villas.

Esta situación de “alegalidad” de dicha modalidad tradicional, da lugar a anualmente a numerosas denuncias y expedientes sancionadores; que podrían evitarse si la normativa tuviese en cuenta las necesidades y la realidad de los administrados en estos casos. Es por todo ello por lo que se justifica la necesidad de regularizar esta modalidad.

En otras comunidades autónomas modalidades similares ya están permitidas desde hace tiempo; dando resultados positivos y satisfactorios para la sociedad en su conjunto. Regularizar esta modalidad supondría contentar a una parte importante del colectivo cazador modesto, a la vez que se mejoraría en todos los aspectos: gestión medioambiental, seguridad personal y seguridad jurídica.

Hay que tener en cuenta que la montería o gancho es una modalidad de tipo comercial, que no se ajusta a las necesidades de todos los acotados, especialmente a cotos con ganado y baja densidad de caza mayor, ni tampoco al cazador modesto o a la caza familiar o tradicional.

Esperamos que este post sirva de ayuda y se consiga el fin pretendido.